Cuando veo que el tiempo pasa, a veces lento, a veces vuela, me pregunto si es él el que nos arrastra finalmente a donde se supone que ahorita estamos, a veces en son de reproche, a veces con uno de agradecimiento.
Ayer precisamente recordaba muchas cosas que viví en mi época de estudiante, una de esas muchas cosas que viví en mi época de universitaria fueron indiscutiblemente momentos con mis Amigas, recordé kilos de cosas, momentos, exámenes, viajes, zorreadas, atracones de comida, también pensé que no había una sola cosa de mi que ellas no supieran, o nada que no les hubiera dicho, agradecí a Dios por haber inventado las amigas, por haberlas inventado a ellas, agradecí haber podido coincidir con las tres, pues aunque siempre nos quedó claro lo diferente que fuimos las cuatro en todos los aspectos, aprendí, compartí y experimenté muchísimas cosas con ellas.
Nos conocimos hace ya casi ocho años y pasamos juntas, practicamente como mueganos, los 5 años de la carrera, recordé tantas tareas en equipo, tardes de "estudio" en casa de cualquiera, de preferencia en la casa de la "Flowercita", carcajadas reprimidas, hechas nudo en la garganta y apunto de estallar, justo cuando en clase debíamos poner cara de intelectuales o en momentos o actos protocolarios.
Recordé las horas que pasabamos en Wendy´s, un día por ejemplo desde las 10:00 am. hasta las 4:00 pm.
Algunos profes/as les parecía gracioso vernos en todos lados juntas, otros nos alucinaban, el profe Platas (chiquito papá) se sentaba con nosotras cuando teníamos una sesión chismográfica urgente, nos zorreabamos esa clase por que era de tres horas y había cierta complicidad con él.
Nos reíamos de caulquier tontería, probablemente eramos insoportables, pero cuando se trataba de entregar un trabajo, pasar una materia, sobre todo si era obligatoria de la carrera, por ejemplo las prácticas, nos partíamos la madre e ibamos hasta Timbuctú pero conseguiamos una buena nota.
En los examenes nos pasabamos las respuestas en pedacitos de papel echas pelotita de una fila a otra, un día el profe de Historia del Conocimiento nos cachó, fingió demencia y sólo nos separó más.
No se como pero pasabamos 12 horas juntas, a veces más, entre horas de clases, tareas y estudio y no nos aburríamos, de repente discutíamos pero nada que no pudiera resolverse con otra sesión de chisme, riegue y comida de prójimo que invariablemente terminaba en una carcajada colectiva, ahora me pregunto como le hacíamos para que a lo largo de 5 años no se nos terminaran los temas de conversación, pues jamás recuerdo haber sentido tedio o desinterés por verlas y pasar momentos padres, siempre soñabamos mucho, planeabamos nuestra vida, nos la imaginabamos, creo que un poquito diferente a lo que hoy vivimos.
Ayer recordé que tengo mucho que no las veo, como un mes, a Vonchis como casi tres meses, a Mayris todo lo que tiene viviendo en Houston, que creo ya va para sesi meses. De tantas cosas que planeamos y cuanta cosa con la que soñamos jamás nos hubieramos podido imaginar tanta distancia, pero sólo por las múltiples ocupaciones que cada una tenemos, ellas saben que estan en mi corazón y yo se que estoy en el de ellas.
Ahora dos de ellas son mamás y esposas, yo soltera pero enamorada jejeje, que raro.
Creo que siempre les agradecí todos esos momentos, probablemente me faltaron algunos y no quise concluír a propósito, pues pensé que eso sería un motivo de mantener un pretexto para volver a vernos, además hubiera sido en un plan de despedida para siempre y juramos que jamás lo ibamos a hacer, yo lo sigo jurando, también sigo agradeciendo:
- Por que coincidieron en mi vida, en mi generación.
- Por tantos momentos que, en su momento agradecí pero como me siguen haciendo feliz cuando vienen a mi mente, no me queda más que volver a decírlo.
- Por ser y regalarme tres hombros cuando necesité llorar.
- Por tantas carcajadas que me dieron mucha salud y me espantaron la tristeza en inumerables momentos.
- Por cada consejo y palabra de aliento.
- Por tantas hamburguesas y comida chatarra deliciosa que nos empacamos juntas.
- Por las tardes de "estudio" que por supuesto terminaban en relajo y que creo que ahora, sin temor a decirlo, significan más en mi vida.
- Por Paquimé, Chihuas, por SEMARNAT, por Servicios Médicos Universitarios., Por aquellas quecas de Villahumada en el que conocimos al "Pirru".
- Gracias por ese viaje a Durango que no me dejaron ir y me quedé chillando, por ese otro a Ciudad Aldama en el que me quedé igual.
- Mayrita, por tus faltas de ortografía con las que nos miabamos de la risa y tu te cagabas cada vez que lo hacíamos, pero qué, cuándo volviste a escribir Juares, en vez de Juárez, nunca verdad. Por tus ataques de nervios cada temprada de exámenes.
- Niche, gracias por tu sinceridad y esa banderita de cero hipocresía con la que demostraste siempre tu amistad, por tus caras, que sin el menor intento de ocultarlas, le dabas a cualquiera si algo no te parecía. Por demostrarme ese lado tan de "carnalas" que jamás pensé que tuvieras la primera vez que te ví.
- Vonchis, gracias por desconectarme de la realidad y volar conmigo, con esas conversaciones tan fumadas que siempre sostuvimos, por ese primer cigarro que no disfrutamos pero ah como nos supieron ricos los demás verdad? Por tus recaditos ocultos que a fin de curso me venía encontrando cuando intentaba guardar los caudernos viejitos.
Gracias por llenar todas esas páginas de mi vida, por estar aquí, por segir contando con ustedes a pesar de la distancia, las quiero mucho y agradesco a Dios que tengo todavía la oportunidad de recordárselos.
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