martes, 23 de septiembre de 2008

Regresé

Mucha la ausencia, pero jamás he pensado en el olvido.
Mi vida, bien!
Me han pasado cosas padres en éstos últimos días. He tenido mucho tiempo para reflexionar, para estar conmigo. Me siento muy bien.

Disfruto ahora mismo la soledad y tranquilidad absoluta, de repente se me va el sueño, pero logro conciliarlo rápidamente.

He cocinado mucho, también he comido mucho, obviamente dejé la dieta, no estoy yendo al gimnasio. Tengo casi tres semanas que no estoy saliendo a correr. Me urge hacer algo, espero poder reivindicarme.
El viernes que entra hay noche de... ésta vez toca Edith Márquez, Lucha Villa y Rocío Durcal, caraoke en casa de Chelín, así que como pienso portarme mal, dejaré el asunto de la dieta para la próxima semana, se ponen buenísimas esas reuniones. Por cierto invitaron a Carlos... hay nanita!
Me lo dijo ayer, me sorprendió su llamada, muchísimo. Se atrevió a marcarmeee! La verdad no sé como tiene mi número.
Me dijo, casi disculpándose que una vez en mi departamento le solicitamos un equipo de cómputo y como necesitaba unos datos de manera urgente y no estabamos nadie, pidió hacer una llamada conmigo, Angie de recepción se tardó horas para hacérsela y él se acercó le pidió mi número para hacer la llamada desde su celular, yo traía el mío apagado y no pudo comunicarse conmigo pero me registro en sus contactos.

Hablamos mucho tiempo, era otro completamente diferente, estaba en su casa y quizá porque se sentía agusto, se transformó, hablamos de cosas de trabajo, de que hacía mucho que no sabía de él, comimos prójimo jaja debo confesarlo, unas bronquillas y chismes sin importancia que suceden en el trabajo, habló de él, bastante, cuando menos lo pensé, estabamos hablando de su timidez, de su te doy, pero te quito y caí en cuenta de que es un mustio, se lo dije y soltó una carcajada, hablamos de la noche de caraoke, es super serio y se me hizo raro que el está apuntadísimo.

Hoy había un correo muy temprano de él para mi, me sacó de onda, todavía más. Dioooooos mío!!

Pero bueno, ésto, entre las cosas que me han pasado, no me clavaré en más nada.

Mi trabajo comienza a tomar vuelito, ahorita estamos diseñando el material para los próximos talleres, un cuadernillo de actividades que me traía vuelta loca!

Aprovaron la ante-propuesta de trabajo para el proyecto multimillonario y ambicioso de la Paso del Norte Healt Foundation, con su nuevo esquema de intervención. Próximamente tendremos en Juárez una clínica de nutrición para el niño y el adolescente, me mudaré de oficinas, por fin un espacio para realmente atender chavos, salas de capacitación, personal e instalaciones para nosotras y todo con lo que nos topamos cuando salimos a campo, si, sueño y me gusta soñar, alguien dice que si lo sueñas, es posible que se haga realidad. En diciembre se define todo, les cuento.

En dos semanas me voy a México, D.F., a la III Reunión sobre embarazo no deseado y aborto inseguro. Desafíos de salud pública en mérica Latina y el Caribe, del 7 al 10 de octubre, y no precisamente me suena a party, el viernes me llegó la agenda y está apretadísima, haber cómo me va.
La verdad ya no sé si los mantendré informados, yo si deshaogadísima. Me gusta escribir por esa razón. Saludos!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Un fin de semana trágico. Segunda parte.

Por fin logramos estar en el otro lado, Panzón y Brenda se iban comunicando por celular, la llevaban a un hospital privado, cuando llegamos, ya la estaban revisando, era la 1:00 a.m. del domingo y sólo alcanzaron a ponerle morfina para el dolor y pedirle oootra ambulancia por que no había ortopedista de pediatría.
Panzón para ese entonces ya no estaba, con él como compañero de odisea trágica, lo único que hizo bien fue conducir, comprobé y reafirmé mi sospecha de que los hombres en casos como éste no ayudan pa´maldita la cosa, se ponen nerviosos, no reaccionan, pareciera que están viendo una película de acción, nomás les faltan las palomitas y el "chesco", y no me refiero a que sean insensibles o que les valga madre, se trataba de su hija y el pobre estaba "culiadisimo" (súper archirequeterrecontra asustado) pero el pedo es que lo demostraba de más, uno como quiera la disimula y hace el momento un poco más "llevadero", y dije, mijito váyase mucho... a dormir a su casa, entraba a trabajar a las 5:00 am. del domingo y lo convencí de que se fuera a dormir un ratito.
Total que en en el hospital en el que por fin se quedó, la estaban revisando a las 3:00 am., le empezaron por fin a hacer estudios, de sangre, radiografías, placas por aquí por alla, resonancias, los gringos son muy escandalosos, pero de verdad ya era hora, lo que le hicieran estaba bien, bueno ni tanto, la pobrecita ya estaba bien cansada y apenas lograba quedarse dormida cuando venía una y otra y otra enfermera a checarla, los doctores preguntaron de qué manera logró hacerse tal herida, por fin llegó el mentado ortopedista, la revisó, checó las placas y los estudios, nos dijo que había que hacerle cirugía por que la nena se llevó de corbata dos tendones importantes, el músculo tensor y el flexor del primer y quinto dedo, la herida para entonces ya no sangraba pero se veía más espantosa que recién hecha, nos dejaron a Brenda y a mi quedarnos con ella en la habitación, se tranquilizó un poco más, aunque cada vez se quejaba más de que le dolía, el ortopedista entró a una reunión rápida con los anestesiólogos y otros ortopedistas, mientras ordenó otros estudios preoperatorios para Josy, se la llevaron y me tuve que ir a la sala de espera, ya no podía continuar con ellas.


A las 5:00 am. estaba entrando a quirófano, yo mientras esperaba, fue una noche espantosa, de verdad que es horrible estar en un hospital, yo todavía con cierto cargo de conciencia por el accidente y por la noche que Josy estaba pasando, aunque ella estaba anestesiada en esos momentos, me imaginaba el dolor y la molestia para ella y su madre durante la recuperación.
Mientras Brenda esperaba en la sala de espera pero de quirófanos, yo continuaba en sala de espera general de emergencias, esperando a que saliera a darme alguna noticia, dormité un poco, la gente no paraba de llegar, enferma, con caras largas y esperanzas algunos por los suelos, nadie saludaba, algo en el ambiente me gritaba que ese era el último lugar en el que todos los que estabamos ahí, hubieramos querido estar. A las 6:45 am. pregunté por ella en información y me dijeron que estaba aún en cirugía, no quería moverme de ahí, Brenda traía celular pero yo no, así que aunque me moría por un té caliente, no me moví.
A las casi 9:00 am. me dijeron que Josy acababa de salir de cirugía, ya estaba en sala de recuperación, pedí entrar a verla y me dejaron hacerlo, sólo que me perdí en el hospital y tuve que regresar a sala de espera, volví a pedir información y me mandaron a otro lado, me estaba sintiendo muy mareada, jamás di con la habitación, a las 12:00 pm. llegó "Pancita" de nuevo y me preguntó por ellas, una zozobra de la chingada por que a Brenda se le descargó el celular y no había manera de comunicarnos con ella, total que esperamos hasta la 1:00 pm. y decidí de nuevo, entrar a buscar habitación por habitación, salí del elevador y caminé por un pasillo largo que corría desde quirófanos hasta la sala de espera de los mismos, cuando de repente oigo una vocecita: tíaaaaa!! era la Josy, en silla de ruedas, con su patita bandola, Brenda empujaba la silla.
-Cómo estaaaas mamacita?
-Bien tía! Ya no tengo nada. Míra no me mocharon el pie!! Josy con la boca llena, se venía tomando un vaso de leche, unas galletas con crema de cacahuate y una gelatina con fruta.
-Jajajajaja
-A poco pensaste que te lo iban a mochar mensa!
-Si
-Te la encargo poquito, me dijo Brenda, sentí oootra vez mucha pena, -Es que tengo que recoger unas medicinas.
-Si aquí déjamela
Ya estabamos muy cansados todos, después de recoger las medicinas, Salimos corriendo a Sala de espera general, Pancita fue por la camioneta y casí 2:45 estabamos rumbo a la casa, comimos, nos bañamos y nos quedamos dormidos hasta las 6:00 pm. "Pancita" y yo regresamos a Juárez por las otras niñas, Josy se quedó con su mamá, en una semana entraba a la escuela, había que esperar, quitarle los puntos, la rehabilitación por que no podía mover algunos deditos ni flexionar el pie, esperar para ver cómo evolucionaba en la escuela, no podía perder clases y su mamá, ni yo, podíamos estar con ella.
Afortunadamente no perdió clases, esta yendo a la escuela, al principio en silla de ruedas, ahora con fédula y muletas, ya le quitaron los puntos, la semana pasada empezó con la terapia, y ya tiene más sensación en el pie y puede mover poco más los deditos. En la escuela la Miss le tiene mucha paciencia, la llevan al comedor, al baño, en casa juega con sus hermanas, hace su vida, dentro de lo que cabe, normal. Me urge ya verla correr sin fédula, bota ortopédica y muletas, sin cicatríz, aunque lo dudo, la pobre quedó como mapa con división política.
Este fin de semana que acaba de pasar, fue a visitarnos a la casa, imploró que la dejaran de nuevo en mi casa, a mi como podrán imaginarse, todavía no se me pasa el susto, yo creo tengo como para de aquí a su quinceañera para volverme a a trever a cuidar chamacos.

martes, 9 de septiembre de 2008

Un fin de semana trágico

El viernes recibí una llamada a mi casa, llegando de trabajar:

-Bueno

-Qué onda mensa!

-Ah... qué pasó panzón?

-Qué, cómo esta el show por allá?

-Bien, y ustedes, las niñas?

-Bien también, gracias.
-Oye sabes que Brenda y yo tenemos que trabajar sábado y domingo?

-Y luego?

-Pos quería ver si les podíamos encargar a las niñas

-Ahhh... Pos yo creo que si... haber pérame...

-Maaaaaaaaaa! Dice Pancita que si les cuidamos a las niñas por que les toca trabajar todo el fin de semanaaaaa!

-Siiiiii (mi mamá en la regadera)

-Dice qué si

-En serio? Que fregón... no ps hay voy a dejártelas. Muchas gracias mija!

-Cual gracias, de perdis traete unos Hot Cheetos y una Dr. Pepper del Family Dolar

-Sobres!

-Las espero pues, pero no te tardes panzón por que si no se duermen muy tarde

Total que llegaron las niñas, Pao, Josy y "La negrita", se bañaron, cenamos, vimos caris con Hot Cheetos y limonada (por que las niñas no toman refresco) yo si me receté mi Dr. Pepper, con permiso.
Se quedaron bien dormidas como a eso de las 11:00 p.m. Casi se acercaba el final de La Leyenda de la Naguala (esa cari le fascina a su tía, osea a mi) y pos las pobres se la tuvieron que chutar.

Al día siguiente nos levantamos, desayunamos Monte Cristos, a ellas les encanta (pan de barra integral, capeados con huevo, y canela en mantequilla; se sirven con miel de maple y tocino)
El día pasó sin ningún imprevisto, jugaron como locas, las dejé ir al parque de enfrente un ratito, regresaron, se dieron un baño y se quedaron dormidas un ratito. Antes de la siesta la casa parecía Jardín de Niños, antes de la hora de la comida, otro de mis primos supo que las nenas estaban aquí y se le ocurrio la brillante idea de mandar a sus dos retoños para que jugaran con ellas, cuando llegaron las nenas ya se habían despertado, y la comida estaba lista, así que nos dispusimos a comer todos juntos.

Después de la hora de la comida nos pidieron que los dejara ir al parque otra vez, cosa que me pareció una perfecta locura por que ya eran cinco mounstritos y se me hacia imposible controlarlos a todos juntos, les propuse que mejor jugaran en el patio de la casa, la verdad nunca debí haberlo hecho.

En mi casa no hay niños, por lo regular, a menos que nos visite algún familiar y sus criaturitas, entonces en el patio, exactamente 7 días antes sacamos unas cosas con la intención de tirarlas o que se las llevara el camión de la basura, total que por angas o mangas, sólo quedaba una luna (espejo, 1.20métros aproximadamente) de cuerpo completo con marco de madera y lo teníamos recargado en la pared, entre la pared de la barda que divide mi casa con la del vecino y una banquita de concreto.

Mi madre y yo empezamos a recoger la mesa, labar trastos y todo el show, no habían pasado ni 10 minutos, se los juro, cuando oímos un golpazo, con todo y vidrios haciendose cachitos, salimos corriendo, atravesamos el pasillo, se me hizo eterno por lo menos a mi, los niños empezaron a gritar, lo primero que ví cuando estuve en el patio fue la carita de todos, uno por uno, espantados, horrorizados más bien dicho, caminé hacia donde todos tenían perpleja la vista, precisamente entre esa banca de concreto y la pared del vecino, donde estaba el espejo, dije estaba porque Josy (de 5 años) brincoteando de la banca al suelo, se resbaló hacia atrás y cayó de espaldas sobre el espejo que estaba recargado en la pared, para no caer de lleno alcanzó a meter uno de sus pies, el izquierdo, como ya había partido el espejo con la espaldita, el pie se introdujo entre trozos de vidrio ya rotos y uno de ellos le rasgó el tobillo por enfrente hasta el enpeine del pie, obviamente cuando la vi, no deduje todo lo que les acabo de contar, sólo vi un horrible sangrerío al rededor de ella y lo único que se me ocurrió fue cargarla y sentarla en otro lugar, todavía no veía la herida y no dejé que ella la viera tampoco, estaba asustadísima y yo también, cuando traté no se cómo de limpiarle la sangre y ver qué tan profunda era la herida, Dios mío casi me voy de espaldas! estaba profundísima y empecé a temblar, le amarré un paño a la mitad del chamorro, la cargué y me la llevé al hospital, justo cuando yo salía, llegaba el papá de Dany y Anet y se fue conmigo mientras mi madre se encargaba de los otros.
Iba volando, pasándome semáforos, Josy se desvanecia y me decía que tenía mucho sueño no le paraba la sangre, cada vez que me lo decía, quería que la ciudad se paralizara, que a mi carro le salieran alitas y llegar a como diera lugar al hospital.
Por fin llegamos y Saúl (mi primo) entró con ella en brazos a urgencias mientras yo estacionaba el carro en otro lugar. Cuando llegué, la estaban revisando y Saúl me pidió que me quedara con ella, él intentaría comunicarse con sus papás, la revisaron y la Doctora me dijo que la herida estaba muy profunda y que no podían suturar por que lo más probable era que se hubiera dañado algún tendón importante ya que no tenía movilidad en prácticamente ningún lugar de su pie, pero no podía hacer nada por que tenía que valorarla el ortopedista y en ese hospital los fines de semana no tenían especialistas, entonces era urgente que la trasladaramos a otro hospital pero tenían que estar presentes sus padres, para ésto los pobres ya venían hechos la mocha en camino. Pasaron 2 horas y por fin llegaron los papás, casi se me cae la cara de verguenza, cuando vi a Brenda y a Josy abrazarse y llorar, Panzón me abrazó y me solté chillando otra vez:

-Ya wey no pasa nada, no chilles!
-Es que tu me las encargaste
-Pos cómo estuvo? (medio le expliqué, por que solo los niños vieron cómo estuvo)
-Eso pudo haber pasado en cualquier parte, no chilles
- Me dijo la doctora que la tenemos que trasladar por que aquí no hay ortopedista
-Si, ya pedimos la ambulancia, nos va a estar esperando en el Puente, déjame voy a ver qué pedo con el alta voluntaria.

Me soltó y entró al cuarto con Brenda y la Doctora de urgencias. En media hora salió y la ambulancia estaba lista para llevarnos al puente, salió Josy con una fédula y un poco más tranquila, la subieron a la ambulancia, me fui con ellos, no la pensé, mi carro se lo llevó Saúl a la casa, junto con un recadito para mi mamá, había olvidado el celular y la pobre habría de estar con el Jesús en la boca.
Brenda se fue en la ambulancia con la niña, Panzón y yo en su camioneta, cruzó primero la ambulancia, 15-20 minutos después, nosotros, pero alcanzamos a ver el cambio de ambulancia de Josy. Minetras nosotros haciamos línea ya oscurecía y sólo alcanzamos a ver las luces de la ambulancia que se perdían a lo lejos, a nosotros nos quedaban 15-20 minutos para poder cruzar. Otra vez esperé, con aquella angustia que había sentido todo el día desde que courrió el accidente. Continuara...

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Las vicisitudes de una hija única

Desde que tengo uso de razón he tenido un especial encanto por los niños pequeños, cuando era niña y considerando que fui hija única, le pedía a mi mamá, lo que todos los hijos únicos pedimos, ¡Cómprame un hermanito/a! Mi madre se reía y me decía que estaban muy caros, se me hacía tan egoísta su respuesta, ahora la entiendo y por supuesto que estoy convencida que salen muy caros, aunque todavía ese instinto maternal no haya sido sufieciente ya que no me ha hecho comprobarlo con uno propio, (safo! por el momento).
Me gustaba mucho invitar a más niños a mi casa, a mis primos, mis tres vecinas que en realidad vivían como a tres cuadras de la mía, pero era mi única opción de convivencia con personitas de mi igual, a ellas siempre las dejaban venir a mi casa pero a mi pocas veces me dejaban salir a la de ellas, las envidiaba porque eran hermanas y vivían juntas, las 24 horas del día eso para mi era increíble!
Siempre quise ser Pediatra, maestra de Jardín de Niños, o madre de seis hijos: Lidia Sofía, Edith Paulina (así se llama una de mis sobrinas), Ana Paula, Carlos Emilio, Diego y Santiago.
Fui una estudiante destacada, nunca sobresaliente, porque siempre tuve que machetearle mucho, ahora entiendo que realmente disfrutaba mi vida en la escuela porque fui bien amiguera, probablemente por mi necesidad de sentirme acompañada, más que por que amara las matemáticas, la historia de méxico, o mis clases de ajedrez, ah porque cual chile de todos los moles, a todas las actividades que significaran quedarme más tiempo en la escuela conviviendo con mis amigas/os le entraba sin pensarla dos veces, todavía no tenía el permiso de mi madre y ya estaba asegurando mi lugar.
Y si, sin duda me sentía sola a los 6,7,8,9 y 10 años de edad y no porque realmente estuviera sola, siempre vivi con mi madre y mis abuelos, aunque estuvieron siempre presentes, mi madre no tanto porque siempre tenía que trabajar, aprendí a escuchar historias de adultos, a pasar un día completo en silencio, acomodando mi cuarto, aprendiéndo a cocinar, mi abuela me empezó a dar clases de cocina desde muy pequeña, a los ocho años hice mi primer sopa de arroz, sola, mi abue me decía que me había quedado deliciosa. También aprendí a bordar, a tejer con una aguja, aprendí la vida de los adultos a mis escasos 9 años, también aprendí a escuchar, mi abuela me contaba muchas hisorias de su niñez, de su adolescencia, de sus 68 años, por supuesto que comparados con mis 8, 9 años, era toooda una vida, y a pesar de la brecha generacional tan inmensa, me parecían interesantes y me gustaba escucharlas.
Mis maestros me decían que no era una niña normal, y yo lo comprendía sin que eso me preocupara, nadie de mis compañeritos, vivían y convivían tanto como yo, con tantos adultos, con tantas historias de cristeros, épocas post revolucionarias, hacendados que enamoraban muchachitas inocentes, les hacían hijos y les pasaban dinero por debajo del agua, con un abuelo que enterró hasta 7 cristianos en una sola tumba por una epidemia de cólera que azotó el pueblo y lo dejó prácticamente fantasma. Era una niña impactada por una fotografía de 1930, en esa foto aparece un jóven musculoso, con su equipo de basquetbol, una playera de algodón y una pechera con las solapas colgando a mitad del pecho, era mi abuelo.
Siempre se dirigieron a mi como si tuviera la edad necesaria para escucharlos, para comprenderlos.
Ahora sé que esa "soledad" jamás me rebasó, ha sido parte de mi y me ha dejado momentos, vivencias y convivencias importantes, trascendentales diría yo, la compañía de mis abuelos también marcó mi vida, tanto que a veces echo mucho de menos esos momentos, ahora me sigue gustando convivir, saber de mis amigas/os, tener visita en mi casa, me siguen gustando los niños, cocinar y escuchar como con la seguridad de que lo que escucho, algún día será parte importante de mi vida. Sigo siendo hija única y agradesco mucho haberlo sido.