Cuando abordamos el tema de sexualidad especialmente con jóvenes, despertamos automáticamente una avalancha de inquietudes, espectativas, curiosidades, y hasta cierto morbo que naturalmente todos llegamos a tener en relación a estos temas, si pudieramos hacer una lista de temas que fácilmente engancharan a un adolescente creo que el de la sexualidad siempre ocupa un lugar importante dentro de las preferencias de cada uno de ellos, independientemente de su poca o mucha información con la que cuente en ese momento.
Me refiero a los jóvenes por mi experiencia y no por que crea que sea mucha sino por que es hasta hoy la mejor experiencia que he tenido, y precisamente gracias a esa experiencia me he dado cuenta que no sólo para los jóvenes es un tema interesante e importante, debiera ser para nosotros los adultos un tema que ocupara real y feacientemente la preocupación de estar siempre bien informados en relación a ello, creo que finalmente los jóvenes son en gran medida el reflejo, en cuestiones de formación, de lo que cada uno de nosotros como adultos retransmitimos, a través de mitos, miedos, fantasmas y cuestiones muy personales que lejos de educar reproduce cada una de las prácticas reforzando esos miedos, mitos y tabues que atrasa la educación en un sentido negativo, lleno de miedos y verguenzas en relación a todo lo que tenga que ver con sexualidad.
Definitivamente los individuos somo seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos, y la sexualidad es una característica que no nada más en ocasiones nos acompaña sino que es parte inherente de todo ser humano, y tiene que ver con una completa forma de vida, con nuestras maneras de manifestarla, de hecho es parte de la salud integral, de tal manera que en la medida en que la conozcamos mejor y estemos mejor informados a través de la educación, información y prácticas con responsabilidad, podremos hacer mucho por este delicado e importante tema.
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