jueves, 20 de noviembre de 2008

Unos ojitos miel por ahí.

Me miran, luego desvían la dirección y su objetivo,
te sonrojas poquito y me tomas fuerte ambas manos.

Parpadeas cinco veces, cinco, las conté porque
intenté mirame en ellos sin lograrlo, hasta que por fin lo consigo
platicas algo nervioso, obviedades como siempre,
pedimos un beso acercándonos poco a poco, chiquito,
muy chiquito.

No dejo de mirarte, no dejas de hacerlo,
tomas mi cara con las dos manos y continúas mirandome.

Nada de lo dicho, de lo hecho, pensado e imaginado
segundos antes de ese beso tiene sentido.

Me besas así y me pierdo, me besas con esa cadencia y
me desbarato, vuelo, me voy... me fui.

Comienzo sintiendo tus labios, que
quedan perfectos entre los míos, los saboreo
son carnosos, cálidos y humedos, tienen un sabor
que ahora mismo puedo reconocer entre muchos,
mi respiración comienza a entrecortarse, la tuya también,
mi corazón a latir cada vez con más fuerza, el tuyo también.

Tomas mi cintura, tus manos se deslizan por entre mi blusa,
recorres subiendo lenta y dudosamente por mi talle, te detienes,
dejas de besarme y me abrazas con más fuerza, soltando un suspiro
más provocado por lo que se que estás sintiendo que por la
respiración contenida.

Yo siento lo mismo mientras descansas tu cara entre mi clavícula izquierda
nos reponemos y volvemos a mirarnos,
busco tus labios, muerdes los míos, y todo vuelve a comenzar, sin terminar
susurras al mismo tiempo que me quieres, mucho!
te respondo - yo también-

Me preguntas:
-cuánto?

No puedo decírte cuánto, ni siquiera puedo darte una idea
sólo puedo besarte, sólo quiero darte esa respuesta
en el siguiente beso.
Coincido con Oceransky: hay respuestas que no caben ni
en la inmensidad del mar.

http://www.youtube.com/watch?v=Qtg9qGzh9Uo

2 comentarios:

Mariana dijo...

mmm... enamorada la muchacha!!
Enjoy!!


Besos

Mi pecho no es bodega dijo...

Como dijo mi comadre la Chimoltrufia, pa´ qué te digo que no, si si. Un saludo afectuoso Mariana!